El tratamiento para la Esclerosis Múltiple (EM) puede llevarse a
cabo desde dos perspectivas diferentes. Se puede llevar a cabo un tratamiento
destinado a paliar lo que es la enfermedad en sí, intentando modificar su
evolución y todo lo que esta conlleva. También puede tener la finalidad de curar o intentar aliviar los
síntomas que aparecen con la enfermedad. Al tratarse de una enfermedad en la que se
pueden dar gran variedad de síntomas, la cantidad de tratamientos que se podrán
llevar a cabo será muy extensa, más allá de los tratamientos basados en la ingesta de fármacos.
En el tratamiento también se intentará proporcionar una
serie de recursos que ayuden a los pacientes a resolver los problemas que le
puedan surgir durante la evolución de la enfermedad.
Dentro de la comunidad científica, hay que decir que aun no
se ha encontrado un tratamiento que certifique la cura de la enfermedad. Sin embargo
se están desarrollando diversos fármacos que contribuyen a enlentecer los
diferentes procesos evolutivos que se pueden dar en la EM. Pese a los numerosos intentos, tan sólo unos pocos consiguen reducir el ritmo de evolución de la enfermedad.
Más allá de los fármacos, se ha intentado investigar por la vía quirúrgica, como posible solución a la EM, no obstante, el papel del trasplante, es aún objeto de estudio y la poca experiencia que ha habido sobre este impiden considerarlo como una alternativa a la cura de la EM.
El tratamiento sintomático también se trata a partir de fármacos, sin embargo, van apareciendo nuevas terapias alternativas que permiten mejorar la vida de los que la sufren sin la necesidad de tener que sufrir algunos de los efectos secundarios que conllevan los fármacos.
Algunos de los síntomas más tratados serian la espasticidad, la fatiga, la ataxia que puedan sufrir, o incluso la depresión, que resulta muy frecuente en pacientes con tal enfermedad. Para ello surgen diversas terapias como risoterapia,musicoterapia, ratamientos con suplementos herbales o incluso medicinas alternativas (entre muchas otras) que, al contrario de los fármacos, no resultan tóxicos y no presentan efectos adversos.
Para la realización de todas estas terapias, hace falta un extenso equipo de profesionales de la salud, entre los que se encuentran terapeutas ocupacionales, psicólogos, fisioterapeutas, rehabilitadores, logopedas y trabajadores sociales. Todos ellos ayudan al paciente a cumplir las necesidades o a paliar los síntomas y con ello a convivir con la enfermedad. para más información puede consultar en la web de Esclerosis Múltiple España (FELEM)
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